Acuarela sobre papel guarro de 30X25 cm.
Los baños son una zona subterránea, una cripta abovedada que incluye un aljibe y que se encuentra debajo del patio del Crucero.
Se crearon en época almohade (siglos XII y XIII) como un área excavada en la tierra en la que se estableció un recinto ajardinado con el estanque, el cual reunía condiciones de temperatura y humedad idóneas para mitigar los rigores de la estación veraniega.
Sufrirían una transformación en el s. XIII durante el reinado de Alfonso X el Sabio, momento en el cual a la par que se edificaba el suntuoso palacio gótico al que se le denominó Cuarto del Caracol, se le harían a los baños sus bóvedas igualmente góticas. Sobre la piscina se levanta una nave central constituida por diez tramos soportados por bóveda de crucería; y otras dos por las que discurren los pasillos laterales.
Reciben los baños su nombre por la noble dama del siglo XIV María de Padilla de quien según la leyenda se dice que en ellos se bañaba, la cual fue amante de Pedro I el Cruel entre 1352 y 1361. Vivieron en este palacio y, tras morir, tanto la amaba el rey que hizo que las Cortes la proclamaran reina una vez muerta y que el arzobispo de Toledo consagrara válido su matrimonio con ella de palabra y anulara los otros dos que éste había contraído, con lo cual también legitimaba su descendencia para la sucesión; y, por ello, descansan sus restos en la capilla Real de la Catedral de Sevilla.
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