Un lugar de La Toscana,
acuarela semi-húmeda sobre papel
Saunders Waterford, 410mm X 310mm de 300g /m2
El ciprés común fue muy
cultivado en el mundo greco-romano, convirtiéndose en un elemento común del
jardín mediterráneo. Los griegos lo consideraban como símbolo de la belleza
femenina además de cómo funerario. Y esto le ha restado mérito al árbol. Pero La Toscana nos lo ofrece en
su estado más natural, presidiendo los lares, serpenteando caminos, recortando
el horizonte, etc... Mi recuerdo de La Toscana está presidido por la emergente
y verde figura del ciprés recortando cielo, sus colinas con sus viñedos con todos los
matices del verde y su contraste con los
ocres de las tierras
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